Composición del tren
El Tren de la Navidad está formado por un furgón y un vagón de los años 60, y cuatro coches de madera de los años 20 denominados ‘Costa’.
Recorra por dentro todo nuestro tren.
Coches ‘Costa’
Los coches “Costa” que integran la composición del Tren de la Fresa, fueron parte de una serie de coches construidos para los servicios de cercanías de la Compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) entre 1914 y 1930. Son coches de madera ya que MZA nunca empleó coches metálicos por considerarlos demasiado calurosos para sus líneas del sur. Están dotados de plataformas abiertas con balconcillo en los extremos. En su origen tenía un sistema calefacción de vapor y alumbrado de gas, que posteriormente fue sustituido por alumbrado eléctrico.
Se denominan así porque entre sus servicios más habituales se
encontraban los de cercanías de la costa catalana: Barcelona a
Mataró, Sitges... Fueron empleados como material de cercanías o
trenes de servicio interno hasta finales de los años 60. En los
años 60 del pasado siglo se salvaron cuatro de estos coches para
su uso en rodajes de películas del Oeste, y gracias a este uso
cinematográfico se han podido incorporar a este tren.
De ellos, el CC-2435 fue construido en 1923 por la Sociedad de
Material para Ferrocarriles y Construcciones para la Compañía MZA.
Cuenta con 92 plazas en asientos de listones de madera,
distribuidos en un único espacio con pasillo central. Por su
parte, el CC-2375 fue fabricado en 1920 por la American Car and
Founfry Export Company, de Nueva York, para MZA. Muy similar al
anterior, es de destacar en este vehículo su techo abultado,
característico de los coches de fabricación norteamericana.
Estuvo adscrito al Servicio Militar de Ferrocarriles, donde
prestó servicio como coche escuela (VE‐6M) y donde fue
restaurado para formar parte, desde 1985, de la composición
habitual del Tren de la Fresa del Museo del Ferrocarril de
Madrid.
Furgones
Junto a estos coches nuestro tren cuenta con dos furgones de servicio. Por un lado, un vagón de mercancías de los años 60, de la serie J-400.000. Son vagones cerrados diáfanos, en cuyo interior se ha transportado de todo en su larga historia ferroviaria. Productos agrícolas, pescados, piensos, maderas, abonos, maquinaria, ganado… Es un tipo de vagón que define al transporte de mercancías ferroviarias y que en nuestro tren juega el papel de furgón de servicio, energía y taller.
Junto a él, un furgón de la serie DV de Jefe de Tren. Acompañaba a trenes de mercancías y viajeros. Además de poder llevar paquetería, contaba con un pequeño despacho para el Jefe de Tren y sendas jaulas para el transporte de mascotas. Como seña característica, cuenta con dos “vigías”, ventanas que sobresalen de la caja del furgón para que el jefe de tren pueda vigilar el tren a salvo de las inclemencias meteorológicas.